Tarde de Fútbol

¡Quiero tomarme un año sabático! Pero mi pater bastardo me trae por los cordones de la amargura. Que si tengo que escribir, que si me tengo que abrir cuando me penetra con sus pies, que si ya necesito polvos desodorantes. Tengo mucho que contar, eso es cierto. Tengo que hablar y escribir aquí de muchas cosas pero tengo un momento de vaguedad convarsística que no me tengo sobre mis suelas. Como seguramente hoy me calce mi pater bastardo para ir a ver a su Getafe querido (espero que pierda y le desciendan a tercera regional) tengo que recordar mi primer acercamiento a ese nefasto equipo que espero que descienda o en su defecto sea malvendido y violado por sus nuevos dueños hasta extremos insospechados. ¿¡Qué soy mala!? ¡Venga ya! ¿Saben lo que es sufrir todo un partido de fútbol? ¿90 jodidos minutos? ¿90 jodidos y miserables minutos? ¡No quiero eso! ¡No he he nacido para sufrir más de lo que sufro como tristes zapatillas! 
Pero lo peor de ver el fútbol y ser unas Converse es que, como estás todo el rato en suelo, no te enteras de la mitad y, por lo tanto, sufres el doble. Les dejo las fotos del partido donde fue invitado mi pater bastardo y que le enfrentó con el Valencia. Nos violaron y golearon y lo peor que te puede pasar en estos casos es que te haga el descosido tu ex. Pero lo peor de lo pero es que se llame Soldado y no haya pasado por ningún ejercito. Eso sí, fusilar se le da muy bien y espero que esta noche también se acuerde de nosotras y fusile al Depor para que mis cordones no se atenacen ante el próximo sufrimiento. 

Los nervios del Coliseum: ¡como el anuncio!

Menos mal que mi pater bastardo me dejó ver algo del partido

Estabamos tan nerviosas que nos mareabamos