Esas Converse eran (o fueron) toxicómanas con completa seguridad aunque no hablaron mucho de su etapa en busca de heroína por carreteras de mala muerte y esquivando a la policía.
La charla fue breve y encima un rollo monumental. Tanta moralidad me toca la fibra de mis cordones, pero en cierta manera me dieron algo de lástima por todo aquello que habían vivido y todas las desagradables aventuras que tuvieron que pasar. Vaya putada tener que ver cada día en la suela y rasguños de tu tela la mala vida que tuviste y que ya no quieres llevar.
Seguro que sacan más que mi padre pidiendo en el Metro y Cercanías |
En cierto momento del encuentro me brotó una lágrima por una de mis arandelas y empapó una pequeña porción de uno de mis cordones. ¿Ese era el motivo por el que mi padre provocó ese encuentro? ¡Hijo de puta bastardo! ¡No quiero volver a llorar! He aprendido la sucia lección de la vida y prefiero ser unas Converse mari-pijas adictas a la limpieza que unas sucias y mutiladas yonkis por la droga.
Di NO a las Drogas |
Por otra parte mi padre me ha dicho que hay personas a las que también les gusta ‘maltratar’ a sus Converse ensuciándolas y torturarlas hasta extremos insospechados. Bueno, hay mucho fetichista suelto que se mea encima o no se lava sus genitales en meses (no sabía que internet fuera una fuente de perversiones inagotables)… así que no me extraña que programas como “Callejeros”, enfocados a mentes simples y/o sucias, tengan tanto éxito.
"Callejeros" TOTAL |
Hija mía, no pensaba que ibas a ponerte así de llorona por un encuentro con unas Converse ex-toxicomonas...
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