El cabrón de mi pater bastardo me ha tenido esclavizada durante una larga temporada. Me dijo que podía escribir y utilizar libremente su netbook... pero, ¿quién se puede fiar de un bastardo? ¡Cabrón! Me engañó y me puso a escribir... pero para su blog de mierda y sus penosas críticas de filmaffinity. Estoy pensando en fugarme una noche del útero de mi madre (la caja donde nací) y ahogarle con mis cordones mientras me río. 'Ja, ja, ja, ja...' Ahora que lo pienso... ¿cómo se reirían unas Converse?
Ojalá fueran unas Converse |
He podido escaparme y creo que todo lo que escriba en este blog a partir de ahora será desde la más absoluta clandestinidad.
Mi padre me llevó a una exposición muy interesante y fetichista. Pero fue hace bastantes días. El tiempo pasa de manera diferente para unas Converse. Era de Guy Bourdin en la Sala Canal de Isabel II. Si leen el blog-mierda de mi pater bastardo sabrán a qué me refiero. ¡Yo se lo conté todo a ustedes! Esa entrada era mi entrada pero mi bastardo y cabronazo pater borró lo que no le interesó y lo plagió vilmente. ¡Cada día le odio más! Y encima tengo que dejar que me calce...
Ay, Guy Bourdin... quién te pillará |
La exposición de Guy Bourdin me gustó mucho aunque eso de ver una exposición al ras del suelo no se lo recomiendo. Tuve que alzarme en alguna ocasión pero mi padre se negó a hacer un pino (en el sentido físico, digo en el sentido de ejercicio, digo en el buen sentido... qué difícil es explicarse y más para unas zapatillas).
Bueno, que se me ponen mis cordones empitonados pensando en qué hubiera hecho semejante artistazo si en vez de Charles Jourdan hubiera sido Converse el 'objetivo' de su 'objetivo'. Me pongo cachonda de sólo pensarlo, bueno, doblemente cachonda como entenderán.